Hermosa alma en este blog deseo hablarte de un tema muy importante para nuestra vida, nuestra salud mental y autoestima, y es la necesidad de poner límites saludables.
Primero, quiero dejar claro que poner límites es el mayor acto de amor propio y nos ayuda a mantener la armonía en nuestras relaciones.
¿Por qué poner límites no es egoísta?
Nuestra sociedad ha confundido el poner límites con el egoísmo. Muchas veces, poner límites es necesario y no hay nada de malo en ello.
Poner límites es saludable para todo el mundo, ya que te permite elegir hasta dónde permites que la otra persona entre en tu vida.
Es importante que aprendas hasta dónde permites que los demás entren en tu vida, pero también que de darle el espacio que merecen los demás.
Creo que millones de personas en todo el mundo son afectadas por no saber poner límites, porque lo confunden con ser egoísta, pero eso es un grave error.
Hemos confundido el compartir nuestra vida con otra persona, con sentirnos como si fuéramos los dueños de la pareja. Nadie es dueño de otro ser humano, ni los padres de los hijos, ni los hijos de los padres, ni la pareja de su compañero o compañera de vida.
Es importante que aprendas a poner límites y que recuerdes que esto no es ser egoísta, sino un acto de amor propio en primer lugar para ti, y también para los demás.
Como adultos, podemos tomar esa responsabilidad y hacernos cargo de nuestra vida, analizando lo que está bien y lo que no lo está para nosotros mismos y nuestros seres queridos.
¿En qué áreas de tu vida y con qué personas o situaciones vas a poner límites?
Toma un papel y un lápiz, y escribe tres cosas, situaciones o personas en las que vas a poner límites a partir de hoy.
Recuerda que lo que es bueno para ti, no siempre es bueno para tus seres queridos, tus padres, tu pareja o incluso tus hijos.
Como seres humanos, tenemos nuestra propia forma de ser, gustos, deseos, metas y sueños por cumplir.
Aprender a poner límites te ayudará a alcanzar tus propios sueños y metas.
Yo he pasado por experiencias dolorosas en mi vida, como el abuso sexual en la niñez y en la adolescencia. Pero, cuando aprendí a poner límites, pude tener la claridad de lo que realmente quería y lo que ya no quería aceptar en mis relaciones.
Además, pude tener la claridad de lo que quería hacer para ayudar a la humanidad.
Recuerda, poner límites no es egoísta, es un acto de amor propio.
¡Te bendigo con amor!
¡No te pierdas de nada!
Te enviaré artículos para que sigas mejorando tu vida, te mantengas motivada y te enteres de las ofertas que tenemos para ti.
Tampoco nos gusta el SPAM. Mi equipo y yo nunca te enviaremos información que no sea útil para ti.