Tu niña interior y las heridas más comunes

¿Alguna vez te has sentido como si una parte de ti estuviera atrapada en el pasado, impidiéndote vivir plenamente en el presente? La niña interior es esa parte de nosotras que guarda nuestras primeras experiencias, alegrías, miedos, inseguridades y sueños. Aunque ya no seamos niñas, las heridas emocionales de nuestra infancia pueden seguir afectando nuestro presente. Reconocer y sanar a nuestra niña interior es un paso crucial hacia una vida más plena y feliz.

Las tres heridas más comunes de la niña interior

1. La herida del abandono

Esta herida se origina cuando de pequeñas sentimos que no recibimos suficiente atención o tiempo. Puede manifestarse en la vida adulta como:

• Miedo a estar solas

• Necesidad constante de aprobación

• Dificultad para confiar en los demás

• Ansiedad y depresión cuando se está en soledad

• Sensación de soledad incluso rodeada de gente

2. La herida del rechazo

Surge cuando fuimos criticadas, rechazadas o maltratadas en nuestra infancia o adolescencia. Sus efectos en la adultez pueden incluir:

• Inseguridad personal

• Dificultad para expresar quiénes somos realmente

• Tendencia a complacer a los demás para evitar el abandono

• Tolerancia a maltratos psicológicos

3. La herida de la injusticia

Se desarrolla en ambientes donde nuestras emociones no fueron validadas o fuimos tratadas con dureza. Puede llevarnos a:

• Perfeccionismo excesivo

• Necesidad constante de demostrar nuestro valor

• Sensación de que todo lo que nos ocurre es injusto

• Reacciones intensas ante situaciones percibidas como injustas

Pasos para sanar a tu niña interior

1. Reconocimiento: Identifica con cuál de estas heridas te sientes más identificada.

2. Escucha activa: Dedica tiempo a escuchar a tu niña interior. Pregúntale: "¿Qué necesitas de mí?"

3. Validación emocional: Reconoce y valida las emociones de tu niña interior, sin juzgarlas.

4. Amor y paciencia: El proceso de sanación requiere tiempo y amor propio.

5. Busca apoyo: Si lo necesitas, no dudes en buscar ayuda profesional para guiarte en este proceso.

Sanar a tu niña interior no es un signo de debilidad, sino un acto de valentía. Este proceso no solo te libera del peso del pasado, sino que te permite vivir con más amor, paz y felicidad. Si estás lista para comenzar este viaje de sanación y descubrimiento, te invito a unirte a nuestro taller Sanando Tu Niña Interior. En este espacio, podrás explorar herramientas prácticas y ejercicios que te ayudarán a sanar tus heridas emocionales y a vivir una vida más auténtica y plena. 

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Con cariño,

Vero Gutiérrez